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sábado, octubre 14, 2006

De Axel: Importancia de formación matrimonial.

La importancia de una buena formación
Conocer las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la dignidad y
santidad del matrimonio, la naturaleza del sacramento y los preparativos
materiales para la ceremonia.
Por Pbro. Pablo Arce Gargollo
PROLOGO

Amor por Siempre

Nuestra cultura ha convertido al sexo en algo muy romántico y, en el
proceso, lo ha tomado como sinónimo de amor, por lo menos en la
mentalidad popular. El mensaje impuesto en películas, libros y en la cultura
general, es que si una persona joven se encuentra al compañero adecuado,
escuchará música de violines, se encenderán fuegos artificiales y la
vida será perfecta. Si hemos de creer en la cultura popular del último
cuarto de siglo, todo lo que se necesita para encontrar la felicidad es
descubrir al Sr. o la Srita. Correcto(a) e iniciar una relación
importante con esa persona.

Pero la infelicidad y la frustración, evidentes en tantas relaciones
románticas, desde la primera cita de los adolescentes hasta el matrimonio
a prueba de los adultos, indican que esto no es así. En algún lugar del
sendero, nuestro punto de vista de la cultura del romance falló. En
lugar de la felicidad para toda la vida, lo que muchas personas muestran
de su última relación duradera es un certificado de divorcio y una
herida en el alma. Muchos que han pasado por la triste experiencia del
divorcio o la separación, pudieron haberse evitado estas heridas si tan sólo
hubieran pensado en la naturaleza profundamente espiritual de nuestra
sexualidad y en su relación con la vocación al matrimonio.

¿Hay otra forma? ¿Puede el amor matrimonial brindar felicidad en el
mundo de hoy? Si estamos concientes del verdadero significado del
matrimonio, entonces la respuesta es un enfático "si". Si el amor entre un
hombre y una mujer en realidad significa algo, éste debe encontrarse en
algo más que en la electricidad que chispea en sus ojos cuando se
encuentran por vez primera. El amor verdadero debe ser en cierta forma
diferente de la relación típica actual que nos representan los medios de
comunicación.

Aún los revolucionarios sexuales más cínicos, en ocasiones, hablan en
voz baja de relaciones de por vida que traen la felicidad. Aunque se
mofan, acaban reconociendo que, para que el matrimonio pueda ser
satisfactorio, debe ser un compromiso permanente. Se dan cuenta de que, sin ese
compronmiso para toda la vida, las relaciones se convertirán pronto en
ejercicios vacíos, egoístas, de autogratificación que muy pronto les
traerá la infelicidad.

Si se considera que un buen matrimonio es mucho más vital para la
felicidad de la persona que el éxito en una carrera o en los negocios, se
demuestra que la mayoría de nosotros debe pasar gran parte del tiempo
preparándose para él.

Para aquellos que reconocen que el amor sin compromiso para toda la
vida termina en fracaso, Cristo y su Iglesia pueden mostrarles el camino
para entender el verdadero significado del amor. Entre una cultura que
continuamente mal informa y que engaña al individuo, la Iglesia proclama
la "buena nueva" respecto a la sexualidad y ofrece a las parejas la
esperanza de alcanzar la paz y la alegría por medio de la fidelidad y la
virtud. Decir que uno desea casarse con alguien para toda la vida es
realmente una proposición difícil que no debe tratarse a la ligera.

Si el amor y el sexo no son la misma cosa, debe haber una razón para el
sexo en el contexto del amor. El sexo es para la unión conyugal y para
la procreación, entre marido y mujer que desean perpetuar su amor en
una nueva vida. Ambos aspectos, unión y procreación, fueron diseñados por
Dios para que los esposos crezcan en santidad.

El amor, si ha de durar toda la vida, debe basarse en la comprensión
del ser amado y no en la simple atracción sexual. Debe querer darse al
otro en lugar de usarlo para su propia satisfacción. Además, debe estar
abierto para traer nuevos hijos de Dios al mundo. Pero el solo amor del
cónyuge y de los hijos todavía no es suficiente para llegar al punto
final. Es necesario algo más que ayude en los esfuerzos para mantenerse
juntos a los que desean casarse. Esa ayuda es el propio sacramento del
Matrimonio.

Por medio del sacramento del Matrimonio y de la preparación adecuada
para el mismo, los cristianos que desean tenerse fe entre ellos mismos,
recibirán siempre la gracia necesaria para satisfacer su vocación
matrimonial. Aprenderán a amarse uno al otro amando a Dios. Estarán
conscientes que su matrimonio no es un simple contrato entre dos personas, sino
un pacto sagrado que ha recibido su naturaleza especial de el propio
Cristo. Por este estado sacramental y por la naturaleza del propio amor,
el matrimonio es indisoluble. Pero la misma naturaleza del sacramento
también proporciona a los que lo reciben toda la gracia necesaria para
seguir las enseñanzas de Cristo respecto a él. Entre estas está la
gracia para pasar la vida matrimonial unidos con Cristo.

Con frecuencia los cínicos de la actualidad podrán decir: amar a
alguien por toda la vida, después de todo, es difícil. Pero en lugar de
ayudar a cumplir con un compromiso, emplean el recurso del divorcio, como
liberador. Sin embargo, ese camino sólo conduce a la infelicidad, tanto
para los padres como para los hijos. El sendero del matrimonio cristiano
puede ser más difícil, pero ofrece el auxilio vital de la gracia para
realizar esta tarea y proporciona la única promesa verdadera de la
felicidad real en el amor.

Este libro es un tratamiento breve, pero completo de las preocupaciones
y preguntas más frecuentes de los pastores y de las parejas respecto al
matrimonio católico. Para aquellos que tienen poca formación algunas de
las recomendaciones prescritas pueden parecer demasiado demandantes.
Para los que conocen con más profundidad la doctrina católica, las mismas
prescripciones y exigencias pueden ser más reales a medida que pasan
los años.

Además, la mejor forma de prepararse para el matrimonio es conocer las
enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la dignidad y santidad del
matrimonio, la naturaleza del sacramento del Matrimonio y los preparativos
materiales para la ceremonia. Esperamos que sea útil para los que se
están preparando para el matrimonio y para los sacerdotes que ayudan a
otros a prepararse. No está de sobra decir que, para los que ya están
casados, más de alguna cuestión les puede ser de utilidad.

Pbro. Pablo Arce Gargollo
Monterrey, N.L. México

Rev. Father James P. Socías
Chicago, IL. USA