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The WeatherPixie Cristo ha resucitado, está vivo. ¿Lo viste tú con los ojos de tu corazón? Bendiciones...

jueves, febrero 02, 2006

El día del cariño: 14 de febrero.


En el mes de febrero, concretamente el 14, la Iglesia nos deja ver la vida de San Valentín, santo con quien se apadrinan los enamorados. Realmente no hay datos históricos y/o biográficos que mantengan una estrecha relación entre lo que hoy entendemos como Día del Cariño y San Valentín, pero estirando un poco las cosas y queriendo encontrarle un sentido de fe cristiana al tema, nos gustaría resaltar algunos detalles al respecto.En primer lugar tenemos que tener presente que el comercio se ha apropiado de esta fecha y por consiguiente se ha convertido en una fiesta meramente consumista; y como son muchos los que desean expresar su afecto, resultan asumiendo en su ya apretado presupuesto, la compra de artículos y servicios que con insistencia nos ofrecen. No caer en esas redes consumistas sería un buen propósito. No se trata de no obsequiar nada, sino de no exagerar la nota. Nos puede pasar como en la Navidad, fecha en la que queremos resolver, en un solo día, todos nuestros anhelos de ser buenas personas. El 14 de febrero, podría suceder lo mismo, que en un solo día queremos decir a todos que sí sabemos amar. Mientras que en el resto del año, pasamos en una sequedad amorosa.En segundo lugar, los invitamos a dar el paso de expresar un amor de pareja a expresar un amor cristiano. Recordemos que Nuestro Señor Jesucristo nos dijo que “amarnos unos a otros” es el resumen de su Evangelio. Que bello sería que en ese día, usted pudiera decirle a su hermana-o de comunidad que lo-a quiere, en el amor de Dios. O simplemente hablar del que es todo amor: Jesús. Hacer vida ese canto maravillo de 1ª. de Corintios 13, en donde se nos dice que el amor todo lo perdona, que es bondadoso, que es amable y paciente.Como consecuencia, si usted y yo estamos en sintonía con Dios, que es la fuente del verdadero amor, nuestras relaciones familiares y sociales van a estar basadas en ese gran Amor proveniente de lo alto. No vamos a practicar un amor superficial, sino a fondo: el que comprende, el que tolera, el que busca el bien del otro, el que se dona, el que no busca intereses. Un amor que no se rescata simplemente con una cena o una rosa, que no son cosas malas, pero no son suficientes para sostener un amor para siempre. Si alguna pareja matrimonial o de novios, está pasando por momentos de crisis, el mejor regalo que se pueden dar es a Cristo-Jesús. Hablar de él, buscarlo, asumirlo como parte vital de su amor, de sus necesidades y problemas; de sus alegrías y buenos momentos. Sin él, el amor entre un hombre y una mujer corre mucho riesgo.