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The WeatherPixie Cristo ha resucitado, está vivo. ¿Lo viste tú con los ojos de tu corazón? Bendiciones...

viernes, septiembre 29, 2006

Saludos de Eddy García



Estimado Padre Jorge:
Nuevamente lo saludo desde el norte de los Estados Unidos, donde extrano a mi querida Guatemala.
Hoy quiero comentarle de lo especial que estoy encontrando la eucaristia, pues cada domingo que pasa, se y comprendo que es muy especial.
Tengo la oportunidad de escuchar y vivir la misa en diferente idioma, y a pesar que se algunas palabras, se vive! la eucaristia. Como recuerdo su voz en algunos momentos, y es que tengo mas de 18 anios de estar escuchando misa con el Padre Jorge.
Pero volviendo a la importancia de la misa, sabe que la palabra de Dios, se vive y se siente en cualquier idioma, usted mejor que nadie lo sabe. Hay un detalle muy hermoso que pienso que hemos perdido en nuestra parroquia, el unir nuestras manos cuando cantamos o rezamos el Padre Nuestro. Aqui tube la oportunidad de estar al lado de personas que no conozco, pero que me hacen sentir hermano con el hecho de tomarme de la mano. Aunque nuestra parroquia tiene detalles mas hermosos como el saludo de paz, que en verdad es un abrazo y un beso fraterno, cosa que aqui, por cuestiones de cultura es un frio saludo de manos.
En fin, la eucuaristia es hermosa donde quiera que se viva, y es por eso, es que hay que vivir la eucaristia!
Gracias a la escuela de agentes de pastoral, soy un testigo, que al estudiar nuestra religion, encontramos el sabor de nuestro tesoro.
Saludos a todos mis hermanos Parroquianos, y en especial a mis hermanos fieles de misa de 10.00 con los que cantabamos al Senor.
Animo!
Eddy Garcia

jueves, septiembre 28, 2006

Hogar, dulce hogar...


Arrival2006 016
Originally uploaded by cristohermano.
Ya son 17 días que volví "a casa". Feliz y satisfecho. Cada viaje de vacaciones me hace correr el riesgo de ya no volver. Salud, edad son los factores en juego. Tengo todavía un capital "vida" en manos y me importa sumamente hacer de él algo que valga la pena. No comparte Usted aquella idea? ;)

martes, septiembre 26, 2006

CÁPSULA Nº 64 01/10/06


CÁPSULA Nº 64 01/10/06
Hermanas y hermanos sean bienvenidos a la casa del Señor, nos encontramos en el Vigésimo Sexto domingo del tiempo ordinario, continuaremos en este domingo con nuestra formación litúrgica en esta ocasión hablándoles del "Papel del Laico". Ya anteriormente decíamos que debemos de tener presente que Los laicos son todos aquellos fieles que consagrados a Cristo con el bautismo, constituyen el Pueblo de Dios, partícipes del oficio sacerdotal, Profético y Real de Cristo. La participación del Laico en la misión profética de Cristo conlleva una ministerialidad ó ministerios laicales respecto a la palabra de Dios. El laico ha de ser OYENTE DE LA PALABRA Y CONVERTIDO: por ello, todo laico ha de leer frecuentemente la Sagrada Escritura, meditarla, orar con ella, vivir su mensaje. Así mismo debe conocer y hacer suyas las enseñanzas de la Iglesia, el Magisterio de la Iglesia, el magisterio del Papa, del Obispo, de la Conferencia Episcopal, y estar atento a lo que ofrece la Parroquia en cuanto a formación.
Seamos signos de pertenencia en la Iglesia con nuestra participación activa y dinámica y busquemos estar atentos al llamado que Dios nos hace, pidiéndole en esta Eucaristía que nos ayude a colaborar y a descubrir ¿cual es nuestra misión?. Dispongámonos a recibir al celebrante acompañado de los ministros, lectores y acólitos poniéndonos de pie y entonando el canto de Entrada.
MONICION A LA PRIMERA LECTURA
Pueblo que profetiza, la vida eterna anuncia.
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA
Riqueza compartida, por Cristo bendecida.
MONICION AL SANTO EVANGELIO
El Profeta no se hace, por el don de Dios nace.

domingo, septiembre 24, 2006

Reportaje fotográfico:



50 años de sacerdocio... Felicitaciones...

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jueves, septiembre 21, 2006

Lo que hacemos en nuestra Asociación...


La Asociación del Apostolado Social es una entidad fundada por el Padre Jorge y dedicada principalmente a la educación y trabajo social. Se imparten cursos a las señoras como aporte para la superación de la mujer en nuestra sociedad machista de hoy.
El grupo de alumnas participando al curso de pastelería realizaron ese bello pastel. Felicitaciones, muchaaaaaaaaaaaa...

martes, septiembre 19, 2006

CÁPSULA Nº 63 24/09/06


CÁPSULA Nº 63 24/09/06
Hermanas y hermanos sean bienvenidos a la casa del Señor, nos encontramos en el Vigésimo quinto domingo del tiempo ordinario, continuaremos en este domingo con nuestra formación litúrgica hablándoles del "Papel del Laico". Y diremos que la documentación doctrinal de la Iglesia después de dirigirse a los pastores, (obispos, sacerdotes) el concilio Vaticano II dirige su pensamiento a los laicos, los cuales contribuyen al bien de toda la Iglesia, según los propios dones y carismas. (Lumen Gentium: luz de las personas, constitución sobre la Iglesia numeral 30)
Debemos de tener presente que Los laicos son todos aquellos fieles que consagrados a Cristo con el bautismo, constituyen el Pueblo de Dios, partícipes del oficio sacerdotal, profético y real de Cristo. Es propio de los laicos en buscar el reino de Cristo, tratando las cosas temporales y ordenándolas a Dios. Los Laicos ó sea cada uno de nosotros, estamos llamados dentro de la Iglesia a:
Contribuir como miembros vivos al incremento de la Iglesia.
El apostolado es participar en la misión salvífica de la Iglesia de la cual somos testigos e instrumentos por medio de los sacramentos.
Podemos ser llamados a colaboraciones más especificas con el apostolado de la jerarquía.
Seamos signos de pertenencia en la Iglesia con nuestra participación activa y dinámica y busquemos estar atentos al llamado que Dios nos hace, pidiéndole en esta Eucaristía que nos ayude a colaborar y a descubrir ¿cual es nuestra misión?. Dispongámonos a recibir al celebrante acompañado de los ministros, lectores y acólitos poniéndonos de pie y entonando el canto de Entrada.
MONICION A LA PRIMERA LECTURA
El Justo no teme a la trampa del injusto
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA
¿a quien le pertenece nuestro amor? ¿A Dios? Ó ¿al Mundo?
MONICION AL SANTO EVANGELIO
Siendo servidores de Cristo no desearas ser el Primero.

sábado, septiembre 16, 2006

Vigésimo cuarto Domingo del Año.

Queridos Amigos en Cristo,Esta es mi homilía para el proximo Domingo, el vigésimo cuarto Domingo del Año." Entonces él les dice: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: Tú eres el Cristo.» Y les apercibió que no hablasen de él á ninguno. "¡Dios les bendiga!Canónigo Dr. Daniel MeynenEvangelio para el vigésimo cuarto Domingo del Año - Año B - Lc. 8:27-35" Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó á sus discípulos, diciéndoles: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Y ellos respondieron: «Juan Bautista; y otros, Elías; y otros, Alguno de los profetas.» Entonces él les dice: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: Tú eres el Cristo.» Y les apercibió que no hablasen de él á ninguno. Y comenzó á enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó á reprender. Y él, volviéndose y mirando á sus discípulos, riñó á Pedro, diciendo: «Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres.» Y llamando á la gente con sus discípulos, les dijo: «Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.» "Nota: No tengo homilía su Lc. 8:27-35; pero, como Lc. 8:27-[29] = Mt. 16:13-19, una homilía su Mt. 16:13-19 puede también servir:Evangelio para la Fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo - Año B - Mt. 16:13-19" Jesús se fue a la región de Cesárea de Filipo. Estando allí, preguntó asus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o Jeremías, o uno de los profetas.» Jesús les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decis que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le replicó: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» "Homilía:" Jesús se fue a la región de Cesárea de Filipo. Estando allí, preguntó asus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» "En esta fiesta de los Santos Pedro y Pablo, la Iglesia nos propone el evangelio de la confesión de San Pedro - esta es, la historia de este acto memorable en el cual Pedro, quien fue llamado Simón, confiesa su fe en la divinidad de Cristo. Así, que es paradójico que Jesús haga esta pregunta: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Para que su divinidad pudiera ser afirmada y proclamada por sus discípulos, y por Pedro primero, Jesús se refiere así mismo como el Hijo del Hombre. No podría ser de otro modo, porque Cristo debe de aparecer, como Él, quién es, el único mediador entre Dios y los hombres (cf. 1 Tm. 2:5), y así, como Él, quién es ambos, Dios y Hombre." Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o Jeremías, o uno de los profetas.» ""¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" La gente piensa que Jesús podría ser un profeta, y quizás incluso un gran profeta. Pero, ellos no van mas allá de pensar que Jesús podría ser Dios encarnado: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o Jeremías, o uno de los profetas." Esta idea de la Encarnación del Hijo de Dios no puede, de hecho, venir de los hombres o mujeres de la tierra. Esto solo puede venir de Dios mismo, esto solo puede ser el fruto de una divina inspiración dada a el que el Señor ha elegido para este propósito. Esto es porque Jesús se dirige a sus discípulos, hacia aquellos que él había escogido para seguirlo, por todas partes y por siempre, hasta la muerte; es de hecho a ellos, que Cristo les hace esta pregunta, la cual es decisiva para todos nosotros: "Y vosotros, ¿quién decis que soy yo?"" Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» "Esta es la sublime palabra que Pedro, o más bien él que es llamado Simón primero, ¡pronunció bajo la inspiración del Espíritu de Dios! A través de estas simples palabras, Pedro revela la divinidad de Cristo, él proclama su fe en la Encarnación de la Palabra, él testifica que este Hombre, quien es similar a otros hombres, es además, y primero Dios: ¡El Hijo de Dios vivo! Pedro es sobretodo un hombre de fe, un hombre quien cree lo que el Señor le dice interiormente, un hombre, quien tiene la intrepidez de la fe, confiando y abandonándose a la palabra de Dios que él escucha en el fondo de su corazón! Pedro es nuestro modelo de fidelidad a Cristo y a su Iglesia: Pedro es el que, en el Espíritu Santo, ¡es el garante de nuestra fe en la realidad de la Encarnación!" Jesús le replicó: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.» "El Padre de Jesús, la primera persona de la Santísima Trinidad, habló interiormente a Pedro para hacerlo entender, en la más elevada parte de su alma, en este extremo donde el alma toca la divinidad en su aspecto más cercano, que este Hombre, que ve ante el, no es solamente un hombre, si no además, y primero, su propio Hijo, su perfecta Imagen, la cual él engendra eternamente en el Espíritu Santo. Y esta revelación que Pedro recibe en este día, ¡lo hace bendito! "Bienaventurado eres Simón!" Esto no se refiere a una felicidad terrenal. No. Esta es la felicidad del Cielo que es concedida y prometida irrevocablemente a Pedro. Porque, a través de su fe en la palabra del Padre, él dice esta palabra que salva, él habla en una palabra humana lo que Jesús es divinamente: la Palabra de Dios. Bajo la inspiración del Padre, Pedro se une a esta Palabra de Dios que está encarnada en Cristo: ¡él es salvado a través de su íntima unión con el Salvador del Mundo! Aquí Pedro logra lo que San Pablo escribirá en su Epístola a los Romanos: "El que lo confiese con sus labios será salvo." (Rom. 10:10)" «Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.» "Simón no es más Simón: ¡Él es Pedro! Jesús establece a Simón como la piedra fundadora de su edificio, la Iglesia. Pedro, en su unión con Cristo el Salvador, se vuelve la fundación de la Iglesia para la salvación de todas las naciones. Simón, que se vuelve Pedro, es como el vencedor de esta gran batalla de la fe que cada Cristiano debe emprender hasta el fin, él es como el conquistador del Apocalipsis, de quien se dice: "Al vencedor le daré un maná escondido; y le daré también una piedracita blanca con un nombre nuevo grabado en ella que sólo conoce él que lo recibe." (Rev. 2:17) ¡Imitemos a Pedro en su fe en Cristo! Imitémosle junto a San Pablo, imitémosle junto a María, la Madre de todos nosotros, ¡la creyente entre los creyentes! Recibamos, con amor y confianza, este maná escondido dado al conquistador: ¡Recibámosle con fervor en este día el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía!Canónigo Dr. Daniel Meynen

Vigésimo cuarto Domingo del Año.

Queridos Amigos en Cristo,Esta es mi homilía para el proximo Domingo, el vigésimo cuarto Domingo del Año." Entonces él les dice: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: Tú eres el Cristo.» Y les apercibió que no hablasen de él á ninguno. "¡Dios les bendiga!Canónigo Dr. Daniel MeynenEvangelio para el vigésimo cuarto Domingo del Año - Año B - Lc. 8:27-35" Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó á sus discípulos, diciéndoles: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Y ellos respondieron: «Juan Bautista; y otros, Elías; y otros, Alguno de los profetas.» Entonces él les dice: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: Tú eres el Cristo.» Y les apercibió que no hablasen de él á ninguno. Y comenzó á enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó á reprender. Y él, volviéndose y mirando á sus discípulos, riñó á Pedro, diciendo: «Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres.» Y llamando á la gente con sus discípulos, les dijo: «Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.» "Nota: No tengo homilía su Lc. 8:27-35; pero, como Lc. 8:27-[29] = Mt. 16:13-19, una homilía su Mt. 16:13-19 puede también servir:Evangelio para la Fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo - Año B - Mt. 16:13-19" Jesús se fue a la región de Cesárea de Filipo. Estando allí, preguntó asus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o Jeremías, o uno de los profetas.» Jesús les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decis que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le replicó: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» "Homilía:" Jesús se fue a la región de Cesárea de Filipo. Estando allí, preguntó asus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» "En esta fiesta de los Santos Pedro y Pablo, la Iglesia nos propone el evangelio de la confesión de San Pedro - esta es, la historia de este acto memorable en el cual Pedro, quien fue llamado Simón, confiesa su fe en la divinidad de Cristo. Así, que es paradójico que Jesús haga esta pregunta: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Para que su divinidad pudiera ser afirmada y proclamada por sus discípulos, y por Pedro primero, Jesús se refiere así mismo como el Hijo del Hombre. No podría ser de otro modo, porque Cristo debe de aparecer, como Él, quién es, el único mediador entre Dios y los hombres (cf. 1 Tm. 2:5), y así, como Él, quién es ambos, Dios y Hombre." Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o Jeremías, o uno de los profetas.» ""¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" La gente piensa que Jesús podría ser un profeta, y quizás incluso un gran profeta. Pero, ellos no van mas allá de pensar que Jesús podría ser Dios encarnado: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o Jeremías, o uno de los profetas." Esta idea de la Encarnación del Hijo de Dios no puede, de hecho, venir de los hombres o mujeres de la tierra. Esto solo puede venir de Dios mismo, esto solo puede ser el fruto de una divina inspiración dada a el que el Señor ha elegido para este propósito. Esto es porque Jesús se dirige a sus discípulos, hacia aquellos que él había escogido para seguirlo, por todas partes y por siempre, hasta la muerte; es de hecho a ellos, que Cristo les hace esta pregunta, la cual es decisiva para todos nosotros: "Y vosotros, ¿quién decis que soy yo?"" Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» "Esta es la sublime palabra que Pedro, o más bien él que es llamado Simón primero, ¡pronunció bajo la inspiración del Espíritu de Dios! A través de estas simples palabras, Pedro revela la divinidad de Cristo, él proclama su fe en la Encarnación de la Palabra, él testifica que este Hombre, quien es similar a otros hombres, es además, y primero Dios: ¡El Hijo de Dios vivo! Pedro es sobretodo un hombre de fe, un hombre quien cree lo que el Señor le dice interiormente, un hombre, quien tiene la intrepidez de la fe, confiando y abandonándose a la palabra de Dios que él escucha en el fondo de su corazón! Pedro es nuestro modelo de fidelidad a Cristo y a su Iglesia: Pedro es el que, en el Espíritu Santo, ¡es el garante de nuestra fe en la realidad de la Encarnación!" Jesús le replicó: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.» "El Padre de Jesús, la primera persona de la Santísima Trinidad, habló interiormente a Pedro para hacerlo entender, en la más elevada parte de su alma, en este extremo donde el alma toca la divinidad en su aspecto más cercano, que este Hombre, que ve ante el, no es solamente un hombre, si no además, y primero, su propio Hijo, su perfecta Imagen, la cual él engendra eternamente en el Espíritu Santo. Y esta revelación que Pedro recibe en este día, ¡lo hace bendito! "Bienaventurado eres Simón!" Esto no se refiere a una felicidad terrenal. No. Esta es la felicidad del Cielo que es concedida y prometida irrevocablemente a Pedro. Porque, a través de su fe en la palabra del Padre, él dice esta palabra que salva, él habla en una palabra humana lo que Jesús es divinamente: la Palabra de Dios. Bajo la inspiración del Padre, Pedro se une a esta Palabra de Dios que está encarnada en Cristo: ¡él es salvado a través de su íntima unión con el Salvador del Mundo! Aquí Pedro logra lo que San Pablo escribirá en su Epístola a los Romanos: "El que lo confiese con sus labios será salvo." (Rom. 10:10)" «Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.» "Simón no es más Simón: ¡Él es Pedro! Jesús establece a Simón como la piedra fundadora de su edificio, la Iglesia. Pedro, en su unión con Cristo el Salvador, se vuelve la fundación de la Iglesia para la salvación de todas las naciones. Simón, que se vuelve Pedro, es como el vencedor de esta gran batalla de la fe que cada Cristiano debe emprender hasta el fin, él es como el conquistador del Apocalipsis, de quien se dice: "Al vencedor le daré un maná escondido; y le daré también una piedracita blanca con un nombre nuevo grabado en ella que sólo conoce él que lo recibe." (Rev. 2:17) ¡Imitemos a Pedro en su fe en Cristo! Imitémosle junto a San Pablo, imitémosle junto a María, la Madre de todos nosotros, ¡la creyente entre los creyentes! Recibamos, con amor y confianza, este maná escondido dado al conquistador: ¡Recibámosle con fervor en este día el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía!Canónigo Dr. Daniel Meynen

viernes, septiembre 15, 2006

Desfile2006 021


Desfile2006 021
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Desfile de nuestra escuela Parroquial.
Enhorabuena, Sor Alicia

martes, septiembre 12, 2006

CÁPSULA Nº 61 10/09/06,CÁPSULA Nº 62 17/09/06

CÁPSULA Nº 61 10/09/06
Hermanas y hermanos sean bienvenidos a la casa del Señor, nos encontramos en el Vigésimo tercer domingo del tiempo ordinario, continuaremos en este domingo con nuestra formación litúrgica hablándoles de los signos litúrgicos y algunos de los elementos de la Celebración: Cristo convierte ciertos elementos materiales en símbolos de la nueva alianza pero con la diferencia que son símbolos eficaces, es decir, que transmiten la gracia: son signos sacramentales.
En este domingo hablaremos de otro signo importante como es "El Crucifijo" y diremos que la ordenación general del Misal Romano en el numeral 270 dice: también sobre el Altar o junto a él colóquese la cruz que quede bien visible para la asamblea congregada, en el altar al cual estamos invitados por el Señor colóquese un Crucifijo del tamaño y forma que se desee, o también puede ir en la pared o colgado del techo, lo esencial es que siempre este presente en la santa misa para recordarnos que el sacrificio de la misa es el mismo el de la cruz.
Seamos esos signos que mantienen y sostienen a Jesús pidiéndole en esta Eucaristía que nos ayude a dejar que Cristo habite en nuestro corazón. Dispongámonos a recibir al celebrante acompañado de los ministros, lectores y acólitos poniéndonos de pie y entonando el canto de Entrada.
MONICION A LA PRIMERA LECTURA
En los peores momentos de la vida, no te asustes, ¡Dios está contigo!
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA
Cuando Cristo al mundo llegó, no juzgó,
sino que a todos nos acogió.
MONICION AL SANTO EVANGELIO
Cuando Jesús nos tocó; Nuestra Sordera y mudez desapareció.

CÁPSULA Nº 62 17/09/06
Hermanas y hermanos sean bienvenidos a la casa del Señor, nos encontramos en el Vigésimo cuarto domingo del tiempo ordinario, continuaremos en este domingo con nuestra formación litúrgica hablándoles de los signos litúrgicos y algunos de los elementos de la Celebración: Cristo convierte ciertos elementos materiales en símbolos de la nueva alianza pero con la diferencia que son símbolos eficaces, es decir, que transmiten la gracia: son signos sacramentales.
En este domingo hablaremos de otro signo importante como es El Sagrario y diremos que es el lugar donde se guardan las hostias consagradas o el Santísimo Sacramento, y va puesto sobre alguna pared o empotrado en ella, su forma puede variar solo que debe llevar chapa, con llave, en el interior puede ir forrada con tela o no, el fin principal de guardar el Pan Eucarístico en el Sagrario es la administración del viático, la distribución de la Comunión fuera de la misa y especial la adoración de nuestro Señor Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento. A partir del concilio Vaticano II y de nuestros días el sagrario se coloca en una capilla adecuada para la adoración y la oración privada de los fieles, de manera que permita el normal desarrollo de las actividades litúrgicas en el Templo. El Sagrario debe ser el centro de la capilla del santísimo, los demás muebles objetos o adornos deben de llevar la vista hacia él, al recibir la comunión usted se convierte en sagrario. Seamos esos signos que mantienen y sostienen a Jesús pidiéndole en esta Eucaristía que nos ayude a dejar que Cristo habite en nuestro corazón. Dispongámonos a recibir al celebrante acompañado de los ministros, lectores y acólitos poniéndonos de pie y entonando el canto de Entrada.
MONICION A LA PRIMERA LECTURA
El verdadero cristiano pone su confianza en Dios
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA
Fe y obras se hace eficaz por el amor
MONICION AL SANTO EVANGELIO
Reconocer a Jesucristo como tu salvador es sabiduría de Dios

lunes, septiembre 11, 2006

Arrival2006 001


Arrival2006 001
Originally uploaded by cristohermano.
Que entusiasmo a la llegada en Guatemala... Vivaaaaaaaa!

sábado, septiembre 09, 2006

En casa, en Guatemala...


Gracias a Dios, estamos reunidos otra vez en Parroquia, después de dos meses de vacaciones en Bélgica. Gracias a todos, tanto en Bélgica como en Guatemala, por haber cuidado de todo.